Cali, enero 3 de 2025. Actualizado: jueves, enero 2, 2025 21:15

Miguel Yusty

Dilian y Eder, unidos en la COP16

Miguel Yusty

Les cuento que hacía muchos años no había tenido la oportunidad de escribir y contarles a mis lectores sobre los resultados positivos que da el trabajo conjunto y en llave de una gobernadora y un alcalde.

En tiempos recientes esa relación se vio perturbada porque un alcalde decidió hacer causa común con los enemigos de la Gobernadora de ese entonces y se dedicó a torpedear todas y cada una de las propuestas que, entre 2014 y 2018, le hiciera la Gobernación, para que tanto Cali como el Valle lucharan por una causa común.

En esta ocasión, los caleños y los vallecaucanos, dadas las múltiples oportunidades que ofreció la designación de Cali y el Valle como sede de la COP16, decidieron Dilian y Eder, tal como lo habían prometido en el momento mismo de sus posesiones, este primero de enero, trabajar unidos y crear unas condiciones objetivas y subjetivas para que nuestra diversidad natural y el encanto de nuestros bosques y parques reinaran en todos los escenarios y en todos los medios de comunicación del planeta entero.

Tal como se conoció con la debida anticipación, el diseño de la COP contenía la zona azul y la zona verde debidamente conectadas con la dinámica de la ciudad, de manera previamente estudiada.

Este ejercicio estuvo liderado por la Secretaría de Seguridad del departamento en coordinación con su oficina homóloga en el municipio.

Lo cierto es que, a través de una figura conocida como “mediadores de convivencia” —me contaba Ana María Sanclemente—, se pudo contener mediante el diálogo y la concertación más de 15 marchas programadas que, de una manera u otra, hubieran podido terminar en disturbios y enfrentamientos.

Esto debe ser rescatado y tenido en cuenta como el elemento que le permitió a la ciudad darle curso a la COP y, además, fue la garantía que, con el control territorial ejercido por nuestras fuerzas militares, permitió a los caleños, especialmente en la zona verde, armar una verdadera fiesta como nunca había pasado en anteriores reuniones similares.

Ambos, a su manera, supieron afrontar los desafíos de esta empresa y manejar con altura de estadistas las pocas escaramuzas provocadoras que el presidente Petro escenificó y que pretendió colocar a la Gobernadora como víctima de una rechifla de un grupo de indígenas orquestados por las bodegas petristas y las vanguardias de la primera línea, quienes, ante la valentía de la mandataria, se fueron silenciando y, con el rabo entre las piernas, ordenaron la retirada de su insólita provocación.

Dilian continuó cumpliendo su agenda, presentó y elevó al cielo una escuadra de drones con sala de crisis a bordo, para contrarrestar y dar de baja los ataques aéreos que las disidencias de las FARC, en cabeza del tal Mordisco, habían prometido como maldición, a la manera de la bruja de La Bella Durmiente.

Como en la vida las cosas siempre tienen una segunda oportunidad, cuando en la Plaza de San Francisco la Gobernadora inauguraba el stand del Valle, su visita fue aclamada y su rostro serio se llenó de risa ante los besos, abrazos y halagos que empresarios, pequeños y grandes, le otorgaban por creer en sus capacidades y decirles claramente que son el presente y el futuro del departamento.

Este acto de grandeza se combinó con la generosidad y la gratitud, poniendo a la orden del día la frase de los antiguos, que resuena en nuestras cabezas: cómo siempre recoge el que siembra amor y confianza.

Esto nunca se olvidará, pues fue el principio del fin del protagonismo que tenía planteado el presidente Petro, quien recibió este hecho de reconocimiento de los vallecaucanos como una respuesta a la conspiración escabrosa de sus indígenas manipulados.

De manera parecida, el Alcalde fue víctima de otra arremetida por parte del presidente, quien en uno de sus discursos decidió cobrarle con ingratitud lanzando acusaciones ideologizadas contra la importancia de la agroindustria de la caña, que tanta prosperidad le sigue dando al Valle, pero que para el presidente Petro no es otra cosa que un conjunto de latifundistas enemigos del medio ambiente que deben ser fustigados en nombre del cambio y la justicia social.

El Alcalde Eder se quedó callado y, con su mirada estoica, dio una lección a todos los presentes, quienes pocas horas después escucharon su respuesta sensata explicando la importancia de la caña en el Valle e invitando a los caleños a unirse al bus de la reconciliación.

A pesar de que las COP están precedidas de mucha pompa pero de escasos y perceptibles resultados en el cumplimiento de las grandes potencias en su compromiso de apoyar los proyectos de defensa de la diversidad, cuando se inició la COP, el rango de apoyo financiero apenas llegaba al 1%.

El Alcalde y la Gobernadora elaboraron una plataforma donde priorizaron la seguridad, blindando la ciudad y el departamento con una plataforma operativa y apoyada por un componente tecnológico inusitado, creando así condiciones para que los visitantes, no solo en la zona azul y la verde, sino en toda la ciudad y el departamento, pudieran vivir la fiesta en que se convirtió la COP16, donde florecieron, además de los regalos de la naturaleza, la alegría y el orgullo de poder decirle al mundo que este territorio, lleno de caleños y vallecaucanos, fue por 10 días el centro del mundo y del universo.

Así lo demuestra una encuesta donde Eder y Dilian son consagrados por la opinión pública como las figuras de la COP16.

Igualmente, su liderazgo permitió que se aprobaran recursos de 100 millones de dólares para la protección de la biodiversidad y el impulso a la bioeconomía.

Hacía rato que la industria hotelera no le iba tan bien: 122 millones de dólares les ingresaron, con un 99% de ocupación hotelera y 5,400 empleos indirectos. Los afrodescendientes lograron su reconocimiento cultural y protagónico en la protección de la naturaleza.

Pueda ser, y ojalá así sea, que el fondo que debe ser sufragado por las grandes potencias sea una realidad. Como lo expresó la Gobernadora de los vallecaucanos: con esta demostración de trabajo en equipo, los caleños y vallecaucanos debemos cerrar filas en torno a Dilian y Eder para que, en los momentos difíciles que se avecinan, podamos salir adelante garantizando la unidad política y administrativa de Cali y el Valle.

Comments

martes 5 de noviembre, 2024
ads_top
Powered by Sindyk Content
Arriba