Cali, mayo 9 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 9, 2025 17:05

Miguel Yusty

La agenda Petro 2025-2026, parte 2

Es tan grave el panorama que plantea para el futuro del país, que el discurso del primero de mayo del Presidente no fue otra cosa que un ataque a las reglas de juego de la democracia liberal y la notificación a todos los colombianos que su esquema de continuidad en el poder se fundamenta en seis ejes.

Primero: el control por medio de la intimidación y el soborno al Congreso y la Cortes por donde han hecho tránsito sus leyes del cambio y posteriormente han sido objetadas algunas por inconstitucionales y otras, como la laboral y la de salud, están en estado agónico.

Segundo: la metáfora de ser el elegido del pueblo lo lleva a llamar a las disidencias de las FARC y a las vanguardias del ELN para que, como en el 21, se tomen las ciudades, principalmente Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, en las que logró el éxito para sus presupuestos de ser elegido presidente.

Tercero: el dominio de los ejércitos armados del narcotráfico en municipios y departamentos en los que los ejemplos del Cauca, Nariño, Chocó, norte y sur del Valle y el Catatumbo, nos demuestran que con este elemento Petro puede decretar el estado de conmoción y suspender las elecciones en todo o en parte del país.

Cuarto: su apuesta por la extraña consulta, presentada el primero de mayo, como una variable de agitación política que dinamiza sin lugar a dudas los otros tres elementos de la agenda del Presidente.

Quinto: la desfinanciación de las fuerzas armadas con la pérdida obviamente de la iniciativa militar.

Sexto: y lo más dantesco, las guardias indígenas esperan la orden para bloquear las principales vías del país, pues no podemos olvidar, que además de la espada de Bolívar, las guardias están comprometidas, desde la posesión del Presidente, quien las ha favorecido con miles de millones de pesos en contratos, para que cierren y aíslen las ciudades.

Ante esto, hay que recoger el llamado de todas las mentes sensatas del país y entender esta cruda realidad y cerrar filas al llamado de impedir, a toda costa, que Petro, por primera o por tercera persona, gane las elecciones y se presente el punto de rompimiento y de no retorno, como lo enseña la tragedia venezolana.

El momento actual no es para líderes, ni partido indefinidos, ni mucho menos para agendas neutrales, si no para acogerse y apoyar posturas como a la que invita el reciente comunicado del Partido de La U, que hace un llamado al Presidente para que se respete la autonomía de los poderes.

La confusión y el caos aumentan más a partir del momento mismo en que el Presidente ya nos dijo que con la espada de Bolívar al frente, la bandera de guerra del M19 al fondo, que él y el Pacto Histórico son los ungidos por el pueblo para tomarse las calles, para apoderarse de las poblaciones y de esa manera convertir a Colombia en la sumatoria, no de uno si no de varios Caguanes, como enseñaba en sus delirios el Che Guevara, quien escribió, de manera lapidaria “… que la consigna era la creación de uno, dos, tres, muchos Vietnams…” ó como decía le Mao a los chinos “…hay que encender la pradera”.

Para que no quepa la menor duda, los símbolos ya citadas de la bandera y la espada del Libertador son la punta del discurso amenazante, que como una espada de Damocles oscila ante el cuerpo de la democracia.

Entonces no nos llamemos a engaño, Petro colocó al país aportas de una guerra civil, pues su amenaza con la espada es ni más ni menos una condena para que nos matemos entre colombianos.

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miércoles 7 de mayo, 2025
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