Los árboles merecen respeto

El DAGMA, entidad creada para proteger el medio ambiente, parece perder el norte cuando da visto bueno para que la Alcaldía ordene quitar setenta árboles de una zona verde o parque natural longitudinal sobre la calle 26, porque instalarán unas graderías temporales para un día de espectáculo de la feria de Cali.

Hace veinte años la tala de algunos árboles de la calle Quinta, fue inevitable porque había que trazar la ruta del transporte masivo.

Fue un mal necesario que se compensó con un servicio definitivo. ¿Serán ecólogos o ingenieros forestales quienes argumentan que no se trata de ningún “arboricidio” y que tampoco modificará el entorno? Los árboles merecen respeto.

Esa medida es una burla tanto para quienes autorizaron su siembra en ese espacio, seguramente otros funcionarios del mismo DAGMA, como para los caleños en general, porque nos afectaremos del impacto ambiental.

Que el DAGMA no olvide que su principal objetivo es la conservación de los ecosistemas. Ese adefesio evidencia que se está tomando una medidas de gobierno, más que de Estado, que hace caso omiso a la veeduría ciudadana.

Las rutas de los desfiles y de los espectáculos, desde hace décadas ya están establecidas, ubicadas cerca a los barrios y que garantizaban el acceso del público. No tiene lógica dañar una zona verde en un sector industrial y de bodegas.

Si estuviera vivo el poeta Rafael Pombo, para solucionar esta discusión, seguramente dedicaría otro verso con una respuesta de Simón El Bobito, cuando vio una tierra que estorbaba el paso: “Que abran otro hueco y la echen allí”. “Que arranquen esos árboles para que no estorben allí”.

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