Cali, noviembre 1 de 2025. Actualizado: sábado, noviembre 1, 2025 08:46
Según la Biblia
¿Cómo son los ángeles en realidad? Descubra aquí la respuesta
Desde hace siglos, los ángeles ocupan un lugar destacado en la religión, el arte y la cultura popular.
Sin embargo, cuando se compara lo que dice la Biblia sobre los ángeles con la forma en que suelen representarse en pinturas, esculturas y películas, surgen diferencias notables.
Mientras el imaginario colectivo los muestra como figuras humanas aladas, bellas y pacíficas, las descripciones bíblicas ofrecen un retrato mucho más complejo y a menudo impactante.
En muchas iglesias y hogares, las imágenes de ángeles transmiten calma y protección.
Pero, ¿son realmente así como aparecen en las Sagradas Escrituras? Para entender esta contradicción, es necesario revisar las fuentes bíblicas y rastrear cómo surgió la figura idealizada del ángel en el arte occidental.
¿Qué dice realmente la Biblia sobre los ángeles?
La Biblia presenta a los ángeles como mensajeros de Dios, con formas que desafían la lógica humana.
Aparecen en distintos libros, cada uno con características singulares.
En el libro de Ezequiel, por ejemplo, los querubines tienen cuatro rostros: uno de hombre, uno de león, uno de buey y uno de águila.
También poseen cuatro alas y se mueven con la ayuda de unas ruedas radiantes que parecen hechas de cristal ardiente.
En Isaías 6, los serafines —otro tipo de ángel— tienen seis alas: dos cubren su rostro, dos cubren sus pies y con las otras dos vuelan.
Además, proclaman la santidad de Dios con una voz tan potente que hace temblar el templo.
Esta imagen dista mucho del ángel gentil con túnica blanca y expresión amable que suele verse en calendarios o vitrales.
El libro del Apocalipsis también incluye figuras angelicales con descripciones impactantes: un ángel con un arco iris sobre la cabeza, el rostro como el sol y piernas como columnas de fuego.
A lo largo de los textos bíblicos, los ángeles siempre representan poder, juicio o intervención divina.
Del símbolo sagrado a la figura decorativa
Con el paso del tiempo, la imagen de los ángeles se adaptó a las culturas que los representaban.
Durante el Renacimiento, por ejemplo, artistas como Rafael o Botticelli mostraron a los ángeles como niños alados —los famosos querubines— o como jóvenes hermosos con rasgos humanos.
Esta decisión no fue casual.
El objetivo era acercar lo divino a lo humano, creando figuras que provocaran ternura, esperanza y consuelo espiritual.
En el arte medieval y barroco, los ángeles también sirvieron como símbolos de virtud, obediencia y pureza.
Estas representaciones influyeron en la percepción colectiva, alejándose de las versiones bíblicas originales, que muchas veces eran más intimidantes que reconfortantes.
Hoy en día, las diferencias entre los ángeles de la Biblia y los del arte siguen siendo objeto de estudio en teología e historia del arte.
Para muchos creyentes, ambos enfoques conviven: uno como símbolo espiritual profundo y otro como figura visual que inspira fe y protección.

