Cali, junio 16 de 2025. Actualizado: lunes, junio 16, 2025 18:27
¿Cómo prioriza la mente?
El cerebro humano almacena 2.5 petabytes de memoria… pero olvida dónde dejó las llaves
Dicen que usamos solo el 10% del cerebro, pero eso es falso. Lo usamos todo, solo que no sabemos cómo.
Lo que sí es real es que el cerebro humano es una de las estructuras más complejas del universo conocido.
Se estima que tiene la capacidad de almacenar hasta 2.5 petabytes de información, lo cual equivale a aproximadamente 3 millones de horas de video o 300 años de Netflix sin parar.
Sin embargo, seguimos olvidando la contraseña del correo, el cumpleaños del primo y dónde diablos dejamos las llaves. ¿Por qué?
La respuesta está en cómo prioriza la mente. El cerebro no está diseñado para recordar todo, sino para sobrevivir.
Y en esa lógica de eficiencia evolutiva, elimina lo que no considera esencial.
Cuando haces algo en “piloto automático” —como entrar a tu casa y dejar las llaves— tu cerebro no registra ese momento como un recuerdo importante.
Por eso, minutos después, no tienes idea de dónde están.
Este mismo mecanismo explica por qué recordamos con tanta nitidez los traumas, las caídas, los amores imposibles… pero no lo que comimos hace tres días.
El cerebro almacena con fuerza lo que tiene carga emocional.
Y olvida lo rutinario para no saturarse. No es olvido. Es selección.
Además, el estrés, la multitarea y la falta de sueño son enemigos directos de la memoria.
Cuando estás bajo presión, tu cerebro entra en “modo urgencia”.
Produce cortisol, cierra procesos de razonamiento profundo y enfoca toda su energía en resolver amenazas inmediatas.
Eso explica por qué puedes tener un CV brillante y aun así olvidar el nombre de alguien en medio de una presentación.
Lo curioso es que, pese a estas limitaciones, el cerebro humano sigue siendo una joya inigualable.
Tiene más conexiones sinápticas que estrellas en la galaxia.
Puede imaginar, planear, crear arte, recordar olores de la infancia, soñar futuros imposibles.
Todo eso mientras regula tu temperatura, tu ritmo cardíaco y tus pensamientos automáticos sin que te des cuenta.
Y hay algo más: el cerebro cambia. Se adapta. Lo que llamamos “plasticidad cerebral” es la capacidad del cerebro de reorganizarse, formar nuevas conexiones y aprender incluso en la vejez.
Puedes fortalecer la memoria como un músculo.
¿Cómo? Leyendo, durmiendo bien, escribiendo a mano, aprendiendo cosas nuevas, meditando.
Sí: meditar literalmente modifica tu cerebro, fortalece la corteza prefrontal y reduce el volumen de la amígdala, que regula el miedo.
Entonces, sí: olvidar es parte del diseño. Pero también lo es imaginar.
Y allí está el milagro. Que entre tanto dato perdido, el cerebro aún puede escribir poemas, resolver ecuaciones, recordar besos, crear mundos que no existen.
Olvidar dónde dejaste las llaves no es señal de estupidez.
Es señal de que tu mente está ocupada procesando un universo. Y eso, con o sin llaves, es impresionante.