Cali, octubre 26 de 2025. Actualizado: sábado, octubre 25, 2025 06:39
Cuando el sexo no trae placer
Sexo sin deseo: causas psicológicas que pocos reconocen
La sexualidad suele asociarse con placer, intimidad y conexión emocional. Sin embargo, existe un fenómeno que afecta a muchas personas y del que se habla poco: tener relaciones sexuales sin sentir deseo real.
Esta situación puede pasar desapercibida o justificarse como algo normal, pero detrás pueden esconderse causas psicológicas profundas que merecen atención.
¿Qué significa el sexo sin deseo?
Se trata de mantener actividad sexual sin experimentar atracción, excitación o motivación genuina.
En algunos casos ocurre en parejas estables, donde uno de los miembros cede por compromiso, miedo a perder al otro o por la presión de “cumplir”.
En otros escenarios, el sexo sin deseo responde a una desconexión interna, donde la persona no logra identificar ni conectar con su propio erotismo.
Causas psicológicas más comunes
Aunque cada experiencia es distinta, especialistas en psicología y sexología señalan varias causas frecuentes:
- Estrés y ansiedad: la sobrecarga laboral, las preocupaciones económicas o el ritmo acelerado de vida afectan directamente el deseo sexual.
- Depresión y baja autoestima: quienes atraviesan estos procesos suelen perder interés por actividades que antes les resultaban placenteras, incluido el sexo.
- Traumas previos: experiencias de abuso o violencia pueden generar una desconexión emocional durante las relaciones íntimas.
- Presión social o de pareja: el sexo entendido como obligación o demostración de afecto puede llevar a practicarlo sin deseo real.
- Falta de comunicación: la ausencia de diálogo sobre gustos, límites o necesidades sexuales genera frustración y apatía.
Consecuencias emocionales y de pareja
El sexo sin deseo no solo afecta la vida íntima, también impacta en la salud emocional. Puede provocar sentimientos de vacío, desconexión, tristeza o incluso resentimiento hacia la pareja.
A largo plazo, se convierte en un factor de riesgo para rupturas o infidelidades.
En el plano personal, puede reforzar la idea de que el cuerpo es un objeto de complacencia, debilitando la autoestima y dificultando la construcción de una sexualidad plena y consciente.
Romper el silencio: la importancia de hablar del tema
Uno de los mayores problemas es que el sexo sin deseo se vive en silencio. Muchas personas lo normalizan, creyendo que “así debe ser” o que es la única forma de mantener la relación. Sin embargo, especialistas recomiendan abrir espacios de diálogo y acompañamiento profesional.
La terapia psicológica y sexológica ayuda a identificar las causas y a diseñar estrategias para reconectar con el deseo propio y el de la pareja.
En algunos casos, es necesario trabajar también aspectos emocionales más profundos, como traumas no resueltos o problemas de comunicación.
El sexo sin deseo es una experiencia más común de lo que se cree y no debe ser motivo de vergüenza. Reconocerlo es el primer paso para transformar la intimidad en una vivencia sana, consensuada y plena.
Hablar del tema, buscar ayuda y priorizar el bienestar emocional permite romper con la idea de que la sexualidad es solo un deber.
Porque el deseo no se impone: se construye con cuidado, respeto y conexión auténtica.
*Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.

