Cali, agosto 2 de 2025. Actualizado: sábado, agosto 2, 2025 00:07
¿Es una trampa?
El gobierno nacional ha radicado esta semana en el Congreso la proyección de presupuesto general de la nación para el 2026, el cual asciende a un valor de 557 billones de pesos, que representa un incremento de más de 40 billones de pesos, una cifra que desde muchas orillas se está alertando como irresponsable desde el punto de vista fiscal del país.
Y es que adicionalmente a esta radicación, el gobierno como forma de apalancamiento del mismo, presenta paralelamente una ley de financiamiento, en otras palabras, una reforma tributaria que en teoría buscará recaudar 26 billones de pesos, lo que la haría la reforma más ambiciosa de la historia reciente del país.
Para quienes siguen las dinámicas políticas y atienden los vaivenes de las mismas, entienden que esta ley de financiamiento difícilmente será aprobada en el Congreso, pues a todas luces de cara a las elecciones de 2026, muy pocos congresistas se la “jugarán” para aplicarle más impuestos a los colombianos y si lo hacen, muy seguramente serán castigados en las urnas, por lo que se entiende que esta es una trampa “velada” al legislativo por parte de la Casa de Nariño, o por lo menos así se ha interpretado por varios de los congresistas, pues no importa la decisión que tomen, saldrán expuestos y políticamente castigados si no lo saben manejar.
Si votan favorable a aplicar más impuestos, será mal visto por gran parte de la ciudadanía y sino y votan en contra de esa ley de financiamiento, el gobierno encabezado por el presidente Petro dirán que el presupuesto está desfinanciado y muchos programas sin recursos por culpa de los congresistas que “no piensan en el pueblo y sus necesidades”, una historia que le estamos viviendo durante todo el 2025.
En fin, hay muchas cosas que llaman la atención de este nuevo presupuesto además de su tinte político de cara a las elecciones, como por ejemplo prácticamente el “dejar morir” al ministerio del deporte, el cual tendrá una reducción del 34% de recursos, es decir que se olviden los deportistas de algún apoyo por parte del gobierno nacional.
Otra reducción que llama la atención es la del ministerio de Ciencias, el abanderado de las investigaciones del país, algo que va en contravia de la tesis de Mariana Mazzucato que aboga por el papel del Estado en los procesos de investigación y desarrollo, una tesis que reiteradamente cita el presidente Petro en sus discursos económicos.
O que tal la reducción del 24% del presupuesto del ministerio de agricultura que pasará de 5.1 billones a 4 billones de pesos, es decir casi 1.2 billones de pesos menos para invertir en el desarrollo rural por el cual Petro dice estar abanderado en su desarrollo, pero que hoy por hoy enfrenta nuevamente una profunda crisis social y de seguridad en muchos territorios del país.
En fin, una cosa es el discurso, otra es la realidad, hoy se habla del mayor presupuesto de la historia por parte de algunos actores cercanos al gobierno, pero no dicen que está desfinanciado en más de 26 billones de pesos y que hay reducciones muy importantes en lo que el mismo Petro ha bautizado como banderas políticas, como lo son la ruralidad, el deporte y la investigación.