Cali, julio 5 de 2025. Actualizado: viernes, julio 4, 2025 23:24

Jaime Alberto Leal Afanador

Gestionar inteligentemente las vacaciones

Jaime Alberto Leal Afanador, rector UNAD

Si Usted es de los que siente que regresar de vacaciones a su trabajo es un castigo, le pueden estar sucediendo una de dos situaciones: Desaprovechó o no gestionó bien su descanso, o sencillamente ese no es su trabajo, su empresa o su vocación, y no es feliz con esa actividad.

Comienzo por la segunda situación con una categórica conclusión: Cambie de trabajo. No se amargue ni haga incómodo el ambiente laboral a sus compañeros.

Si las reuniones de trabajo le son tortuosas y se estresa y angustia interactuar con su jefe y sus compañeros, propóngase decididamente cambiar de actividad. No es fácil, pero hacerlo le traerá un nuevo aire a su vida.

Ahora, si regresa de vacaciones enfermo(a), física y mentalmente más cansado(a) que antes de salir a su merecido descanso, saturado(a) de responsabilidades y sin energía, muy probablemente es porque no supo gestionar inteligentemente sus vacaciones.

Aunque, literalmente, para muchas personas hablar de vacaciones es sinónimo de “no hacer nada” y de “olvidarse de la oficina”, éstas son parte esencial del diario vivir y deben aprovecharse con inteligencia no sólo para contribuir efectivamente al descanso sino también para que esos días o semanas sean constructivos periodos de replanteamiento de la existencia, de conocimiento, de diversión y de recubrimiento de energía para seguir adelante en los proyectos de vida.

Disfrute, como mejor desee, sus vacaciones: Salga de su ciudad y, si puede, del país; conozca otros entornos y personas; aprenda de otras culturas; pruebe otras comidas, deportes, lecturas y actividades o, simplemente, trate de desconectarse del volumen de trabajo, de los problemas rutinarios y de personas con las que tiene roces. Incluso, si quiere levántese tarde, haga lo que le gusta y no le permite su trabajo permanente y échese en la playa o la piscina a recibir el sol, si eso le satisface.

Pero, hay dos hábitos y acciones cruciales que, sí o sí, realizan las personas que inteligentemente programan y disfrutan sus vacaciones, de tal forma que aprenden, disfrutan, reflexionan y se enriquecen en sus días de descanso, de tal forma que regresan al trabajo renovadas, con energía y positivismo para seguir adelante en su proyecto laboral y contribuir con entusiasmo en su trabajo y empresa.

El primer aspecto tiene que ver con la prudencia en las actividades programadas y realizadas. Esto significa: Gastar el dinero que la economía personal y familiar permita, para no sobregirarse más allá de lo posible; ser prudente en la ingesta de alcohol y de comidas, así como en la realización de actividades físicas nuevas o no acostumbradas en su intensidad, para no poner en riesgo la salud física y no llegar enfermo a trabajar (problemas digestivos, respiratorios, quemaduras solares, fatigas musculares…); planear los trayectos y sitios a visitar, contemplando imprevistos, recorridos más costosos o innecesarios, para evitar el estrés y consumos no considerados; y desconectarse debidamente de la empresa para salir a vacaciones: Seguir respondiendo correos electrónicos, haciendo entregas a distancia y participando en reuniones desde un hotel de veraneo con la familia, crispa el ambiente y no permite que los trabajadores tener una real oportunidad de descansar.

El segundo aspecto tiene que ver con aquellas acciones, íntimas de cada uno, que no pueden dejarse de hacer en vacaciones, pues los días de “desconexión” representan, tal vez, el mejor espacio para ello.

No importa su edad, cargo en la empresa, situación financiera o proyección profesional, además del descanso y el disfrute, las vacaciones tienen que usarse para reflexionar, aún más, sobre las responsabilidades propias, su actitud frente al trabajo, su proyecto personal y profesional en la empresa, su rol como miembro de su familia (padre, hermano, hijo, tío, abuelo, nieto…), las consolidación de las relaciones con quienes disfruta, y el análisis de lo que pasa con quienes tiene diferencias y alejamientos.

También, las vacaciones deben servir para autoevaluar su crecimiento propio, para fijarse nuevos propósitos y, sobre todo, para agradecer (a su Dios, a la vida, a su familia, a su empresa, a sus conocidos…) por la posibilidad de compartir con ellos, por tener un trabajo y las posibilidades de realizarlo.

Bien lo señala el actor indio Prabhas al afirmar que “unas vacaciones son una oportunidad para viajar internamente”. No las desaproveche.

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sábado 5 de julio, 2025
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