Cali, septiembre 3 de 2025. Actualizado: martes, septiembre 2, 2025 22:21
Intimidad desnudada
Al parecer películas como Déyà Vu, Minority report y el Origen ya no son ficción.
La neurociencia ha avanzado al punto que sus recursos pueden determinar la culpabilidad o inocencia de una persona a través de una metodología que sobrepasa a la ciencia ficción y que el neuromarketing se babea por apropiársela para el escenario comercial.
Lo que década atrás carecía de suficiente evidencia científica, las autoridades de India y Pakistán disfrutan hoy en día de sus beneficios dentro de sus procesos judiciales, extendiéndose hacía otros países en Latinoamérica.
La técnica pretende extraer de manera no invasiva una ‘señal’ específica que permanece en el cerebro tras una experiencia significativa, buscando así una reacción involuntaria por parte del acusado.
BEOS, como han llamado a este estudio, coloca electrodos en el cuero cabelludo del individuo mientras un software analiza su patrón de ondas cerebrales al escuchar las frases estratégicas que se repiten durante la sesión.
En teoría, si la persona estuvo involucrada en un crimen, la conexión emocional con la escena provocaría una reacción detectable. Su cerebro lo traiciona porque tiene improntas y memoria experiencial.
La principal diferencia con respecto a las actuales técnicas con el polígrafo es que BEOS no requiere realizar una entrevista previa con el individuo, “a través de BEOS no es necesario que hable”.
Aunque BEOS ha sido rechazado en casi todos los sistemas judiciales del mundo, el Neuromarketing lo ve como una versión mejorada de las técnicas actuales, buscando proveerse de una inmersión más profunda a los insights de los consumidores para construir protocolos de ventas asertivos y persuasivos.
Según el portal Wired, “en los últimos años, los científicos forenses de India han promovido el BEOS a través de conferencias a funcionarios de varios países de América del Sur. Algunos ya han adquirido equipamiento relacionado con el procedimiento o se encuentran negociando su compra”.
De igual forma, en los últimos años el parlamento francés ha debatido sobre la autorización de estos recursos para el uso judicial y comercial, comprendiendo el alcance de estos instrumentos y la inevitable destrucción de la intimidad humana, pues los secretos y las mentiras no tendrán nunca más un rincón donde esconderse.
Que tiemblen los criminales y confesémonos los mentirosos.